La primera vez que te vi fue en agosto. Uno normal, quizás algo lluvioso. Hablamos de todo, como se hace cuando llevas mucho tiempo conociendo a alguien. Después, nos separamos.
Me gustaste. No desde el primer momento, pero no mucho después.
Enamorarse es extraño, como una casualidad. Es casi que estar en el momento correcto, en el lugar correcto, con la persona indicada. O quizás no.
Quizás es todo lo contrario.