«Le garçon est une avec la mort». Se cae como una pluma, espiral hacia abajo, cae con el vaivén de un lapicero recorriendo la hoja, de lado a lado, en un fondo negro, como detenido en el tiempo.
Sus cabellos corren sueltos, bailando cada uno a un compás diferente, lentos, como cuando se baila enamorado. Cae y su cuerpo parece hecho de arcilla: mortal, frágil, rompible. Y no solo eso, sino hecho para romperse. Como un corazón.
El viento corre por sus piernas, sus pantalones de noche parecen el mar, eterno e invisible, frío, creciente, aterrador. Su abrigo negro intenta escapar de su torso, porque no se quiere romper con él. Le muerde los brazos, tironea de su abdomen, le retuerce los hombros. Pero no se logra soltar. Ahora son uno. Le garçon est une avec son manteau.
Entonces. Cae. Seco. Rompe. Golpe. Fruto. Suelo. Roca. Río. Sol. Horizonte. Garçon. Mort. Punct.
Me encantan estos escritos intuitivos. Te salen muy poéticos.
Tengo que probar.
Un saludo
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Gracias! Claro que sí, pruébalo!
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