Reseña de Yesterday: más que una película

Acabo de ver la película Yesterday, del director Danny Boyle, y aunque ciertos críticos digan lo contrario (62% en Rotten Tomatoes, 56% en Metacritic, 3.5/5 en Cine PREMIERE y 3.4/5 en SensaCine.com), este filme no solo me pareció uno bueno, sino que me hizo sentir cosas que desde hacía mucho no sentía al ver una película.

Yesterday es la historia de Jack Malik, un cantautor británico «fracasado», que solo logra tocar en sitios pequeños y que vive en el anonimato musical. En el momento en que Jack decide abandonar la música debido a su falta de reconocimiento, sufre un accidente que lo deja en el hospital, y al ser dado de alto descubre que algo ha pasado en el mundo en el que vive: Los Beatles nunca existieron, pero él recuerda sus canciones.

Malik comienza a tocar la música de los Beatles en distintos bares y eventos, ayudado por Ellie, su manager y mejor amiga, y pronto comienza a llamar la atención. Tras sacar un álbum, se lanza al estrellato, y a la par de su éxito, crecen distintos problemas que lo asechan. La presión que conlleva hacerse pasar por el autor de dichas canciones, sumada al descubrimiento de que Ellie, de quien siempre estuvo enamorado, también lo ama pero decide no seguirlo en su carrera, son algunos de los obstáculos que persiguen a Jack; ah, sin mencionar que hay una pareja de viejos que al igual que él recuerdan a los Beatles, y parecen descubrir lo que está pasando.

La idea detrás de esta película es muy original, y me parece fresca en el sentido en que al arriesgarse a ir por una trama tan compleja, las problemáticas y los obstáculos de los personajes son inesperados y muchas veces logran ese efecto de confusión, al llevar al espectador a ver una situación a la que no está acostumbrado. Por ejemplo, cuando vemos que durante sus concierto parece haber gente que sabe que esas canciones son de los Beatles, se genera una gran tensión, pues aunque entendemos que estos personajes podrían actuar en contra de Malik, no sabemos cómo, debido a lo específica y lo arriesgada que es la trama.

Además, a nivel narrativo, creo que el desarrollo de los personajes no fue malo y todos tuvieron algo de profundidad (no mucha, aunque algo). Por otro lado, el desarrollo de la historia me pareció muy bueno, y los problemas fueron reales y con profundidad. Cuando Malik y Ellie parecen descubrir que quieren estar juntos, la película no cae en el cliché de que Malik lo arroje todo por la borda por ella, ni se revelan todo su amor de la nada, sino que se sienten incómodos y al final Malik decide perseguir su carrera en vez del amor.

Ahora, no digo que la película haya sido perfecta: La pareja de personajes que sabían todo lo que estaba ocurriendo me parecieron tremendamente desperdiciados y resultaron siendo una pareja de fans de los Beatles que simplemente le quisieron agradecer por haber hecho lo que hizo y ya, sin más. Por otro lado, al final de la película muchas cosas parecen concluirse apresuradamente, sin mucho sentido y como si no tuvieran consecuencias.

Sin embargo, hubo algo en particular de esta película que me conmovió mucho, y que casi no puedo poner en palabras. Ocurrió cuando Malik visita en Liverpool a John Lennon, quien en esta realidad y al no haber sido famoso, vive una vida común y corriente y se dedica a pintar y a estar en paz. Allí, Jack tiene una conversación con Lennon, y este lo hace entender que la felicidad en realidad está en las cosas simples, en lo sencillo, no en la fama. Este momento en narrativa se llama «Anagnórisis», y es el punto en que el personaje principal tiene una revelación y descubre que quizás su deseo – o la manera en que lo estaba persiguiendo – no es el que en verdad quiere.

En esta escena, John le habla sobre la tranquilidad y de cómo ha vivido, y dice una de las frases más lindad que he oído, que es la que termina por cambiar la manera de pensar de Malik y la que lo impulsa a intentar arreglar todo lo que ha hecho, tanto con su vida amorosa como con su fama, y esa es: «Ser feliz es muy sencillo: dile a la mujer que amas que la amas, y di la verdad siempre que puedas».

No quiero «spoilear» el final del filme, pero queda claro que Malik sigue el consejo, sin embargo, en este punto ya no sentía que siguiera viendo la película. En este punto sentí una mezcla de emociones, de esperanza, de miedo, de melancolía. Pensé en cómo ese consejo podía ser uno de aquellos que la gente termina por tatuarse o por hacer leyes de vida, que en verdad pueden ser la clave de la felicidad.

En conclusión, creo que Yesterday es una película buena, que quizás no tuvo tiempo suficiente para una apuesta tan arriesgada, pero que hizo un esfuerzo por complejizar una idea original sin caer en lo básico, añadiendo historias de amor y comedia que demostraron haber sido hechas con maestría, pero no con la suficiente. Sin embargo, creo que es una obra que está por encima de ser una «buena» o «mala» película, que termina por ser un hermoso homenaje a la legendaria banda de Los Beatles, y un mensaje de poner las pequeñeces de la vida y el amor, por encima del dinero y la fama, pues como dijo John Lennon en la película: «Fui un hombre feliz, así que fui un hombre exitoso».

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